Diario de una Naranja Completa - Capítulo IX
- Gianni Berroteran
- 11 nov 2023
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 2 may 2024

La mañana siguiente desperté después del mediodía con mucha resaca, no solo física sino emocional también. Me dolía mucho sentir que yo la estaba pasando horrible y que mi ex se estaba divirtiendo tanto.
En ese momento no sabía que lo mejor que podía hacer era ponerle un límite a las personas allegadas a nosotros, cuando venían a contarme cosas sobre él, como les dije, yo quería que lo hicieran, yo necesitaba saber qué hacía y con quien lo hacía, aunque eso me
generara más dolor.
Era mi día libre de trabajo, así que necesitaba urgentemente hacer un plan; cuando no los hacía la pasaba muy mal, porque trabajando ocupaba mi mente en otra cosa.
Así que le escribí a una de mis amigas que trabajaba conmigo para irla a visitar a su casa.
Ella me recibió, compramos unas cositas para comer, y ahí empezó la charla eterna sobre
la ruptura.
Ella también era muy amiga de mi ex pareja y casualmente coincidieron noches atrás en
una discoteca.
Por supuesto que yo quería saberlo todo, ya que me comentó que estaba con el grupo de
chicas con las que ahora trabajaba.
Mi otra amiga, la que pasaba mucho tiempo con él, ya me había llamado unas cuantas
veces para comentarme que lo había visto muy interesado en una de las chicas de su
nuevo grupo de trabajo. Así que enseguida le pregunté a esta amiga si lo había visto en
algo comprometedor con alguna de ellas.
Me comentó que para ella fue chocante verlo con esta nueva actitud, ya que siempre había
estado conmigo “muy bien portado” y que su forma de actuar y expresarse esa noche tan
desinhibido, incluso un poco pasado de tono con estas chicas, le había llamado la
atención.
Si lo vio en una actitud comprometedora con una de ellas, con esta chica compartía mucho
más que con las otras, y que era evidente que pasaba algo entre ellos.
Todos sabemos que bajo los efectos del alcohol nos comportamos diferente, además este
grupo de chicas eran conocidas por tener comportamientos más atrevidos de lo
convencional (recuerden que estábamos en un país árabe); entonces, según mi amiga, ella
le pidió a mi ex que se comportara más recatado, que por favor recordara que estaba
saliendo de una relación y que este tipo de escenas era ponerse en boca de todos.
Yo no estuve allí, no lo puedo certificar, pero eso fue lo que ella me dijo.
Evidentemente, esto me dolió en el alma; sentía que me hablaba de una persona que no
conocía, me sentía aún más traicionada porque era como que nuestra relación le pareció
una jaula de la cual estaba muy feliz de haber salido.
Se imaginarán todo lo que lloré esa noche. Le pedí a mi amiga quedarme en su casa para
no dormir sola, y ella por supuesto con palabras muy bonitas intentaba ayudarme a ver
todo con una perspectiva diferente.
Pero ya el daño estaba hecho, por varios días, yo no dejaba de pensar en la imagen de mi
ex pareja coqueteando con esta chica, bailando y jugueteando con sus compañeras en una
discoteca delante de todo el mundo.

Por supuesto que me comparaba constantemente con ella:
“Claro, le gusta porque es más alta”
“Es porque es más joven”
“También seguro es más talentosa que yo”
“Es más bonita”
“Es Europea”
Mi lenguaje interno era terrible, me sentía muy poca cosa. Para mi era obvio que él
terminó nuestra relación para poder tener una relación con ella, porque recuerden que la
conoció cuando aún estábamos juntos.
Así que pensé que por eso era que no faltaba a los ensayos, ni siquiera por la celebración
de nuestro aniversario.
Mi miedo cuando le dieron ese contrato se había hecho realidad. Trabajar con esas
mujeres lo llevó a decidir terminar la relación.
Pd: La Gia de hoy sabe que una relación se acaba por muchos factores más, pero para la
de ese momento no había otra razón.
Y allí me di cuenta de algo: Ahora me tocaría verlo en la ciudad con otra chica, y eso sería
lo peor que me podría pasar en la vida.





Comentarios