top of page

El problema no es que no te quiera, sino que no puede dar más 💁🏻‍♀️


Feliz jueves mi corazón


A veces no se trata de falta de amor,

a veces sí te quiere, pero no como tú mereces; no con la madurez, ni con la presencia, ni con la capacidad emocional que tú necesitas.


Y sin embargo te quedas o vuelves.

¿Por qué sigues apostando por relaciones donde no hay reciprocidad?


¿Por qué duele más soltar que seguir recibiendo migajas?


Hoy quiero contarte las 3 razones más comunes por las que muchas mujeres (como tú, como yo, como tantas) repetimos el patrón de elegir lo poco, mientras nos convencemos de que eso es suficiente.

1. Confundes intensidad con amor verdadero:

Viviste una historia intensa, llena de altibajos, promesas y silencios. Cuando él te escribía, sentías mariposas, cuando no, te derrumbabas por dentro; ese frío y calor se volvió tu normalidad. Tu cuerpo y tu mente asociaron esa adrenalina con el amor, cuando en realidad era dependencia emocional.

Como Carrie con Big (de la serie “Sex and the city”), que estuvo años con alguien que siempre decía “no estoy listo para algo serio”, pero la buscaba cada vez que ella intentaba alejarse. Ella lo confundió con “amor pasional”, pero en realidad era apego ansioso y una profunda dificultad para sostenerse sola.

2. Aprendiste que “pedir más” es ser demasiado intensa:

Si de niña aprendiste que no era seguro expresar tus emociones o que debías ganarte el amor siendo buena, complaciente o no causando problemas, entonces hoy como adulta te cuesta poner límites y decir “esto no me basta”.


Como Vicky y Nicolás (de la serie “Envidiosa”), que nunca discutía con él, que justificaba todo lo que él hacía, incluso su frialdad, porque en el fondo sentía que si exigía más, él se iría. “¿Y quién sería ella si él la dejaba?”

3. Tienes más miedo a la soltería que a una relación donde te abandonen emocionalmente:

Para muchas mujeres, estar “solas” equivale a fallar, a perder, a sentirse invisibles; por eso, aunque saben que la relación les queda pequeña, se aferran, prefieren ser “algo para alguien”, aunque eso implique traicionarse a sí mismas.


Como Blair con Chuck (de la serie “Gossip Girl), que lloraba cada fin de semana porque él nunca la incluía en su vida, pero seguía con él “porque al menos no estaba sola”.

Sé que salir de ahí duele y que es más fácil decirlo que hacerlo, pero tú no naciste para acostumbrarte a lo poco (nadie lo hizo), ni para justificar ausencias, ni para esperar eternamente a alguien que ya te demostró sus carencias e incapacidades.

Y aunque hoy sientas que no puedes sola, quiero recordarte esto:

Sí puedes, solo necesitas herramientas que te acompañen en el proceso.


Un espacio seguro para ayudarte a regular tus emociones, conectar con tu adulta consciente y trabajar en el amor propio desde la raíz.


Porque SI mereces mucho más que lo mínimo y porque amarte empieza por no volver a lo que ya te rompió.


Si te sentiste identificada con esto, quiero invitarte a dar un paso más.



Opmerkingen


bottom of page