Capítulo XXIX - Un cumpleaños no tan bueno
- Gianni Berroteran
- 13 abr 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 2 may 2024
Y entre el frío y calor de esta relación sin nombre y sin compromiso, se llegó Julio, el mes
de mi cumpleaños. Si tú quieres saber si eres importante para una persona, presta
atención a cómo se comporta en cualquier situación que él/ella sepan que es importante
para ti.

Por lo menos a mí ME ENCANTA celebrar mi cumpleaños, hay personas a las que no les gusta y eso está bien; peroooo yo llevaba casi un mes de antelación hablando de mi cumpleaños, de la planificación, del lugar, del vestido que me iban a hacer; es decir, este chico estaba SÚPER al tanto de lo importante que era mi cumpleaños para mí.
Se llegó el día, y aunque nuestra relación no era formal ni nada, yo esperaba que tuviera algún detalle conmigo, ya que teníamos un vínculo, vivíamos en el mismo apartamento, trabajamos juntos, DORMÍAMOS JUNTOS...
Yo estaba muy emocionada, me había medido el vestido que me hizo una amiga,
terminaba de cuadrar la logística y también trataba de gestionar el hecho de que me
sentía nostálgica, porque mi ex pareja y yo compartíamos fecha de cumpleaños, así que
mis amigos en común estaban organizándose para poder ir a las 2 celebraciones.
Exacto, era mi primera vez celebrando mi cumpleaños sola de nuevo, luego de 5 años
compartiendo la celebración con él.
Es decir, estaba más sensible de lo normal, y aún no se me daba mucho la inteligencia
emocional, así que esa vacío o nostalgia inconscientemente esperaba que lo llenara este
chico; y ahora que lo pienso, yo misma estaba cavando mi tumba de frustración poniendo
una expectativa tan grande en alguien que hasta ahora no me había demostrado ningún
interés de involucrase conmigo más allá de lo superficial.
He ahí la importancia de aterrizarnos a la realidad y tener expectativas REALISTAS y
acordes con lo que ha pasado, y no con lo que nos gustaría que pasara.

Cómo les he dicho, él era muy simpático y amable en todo momento, pero al mismo
tiempo tenía un muro a nivel emocional que yo no sabía cómo atravesar. Ese día al
despertar me felicitó, como el resto de nuestros compañeros de apartamento, y listo... yo no le di mucha mente a eso, esperando que quizás en la noche tendría algún gesto conmigo. Yo lo seguía idealizando.
Tuvimos una noche de trabajo fuerte ya que era fin de semana, el personal del “dinner show” me cantó cumpleños, con un pastel divino de sorpresa; eso estuvo muy bonito, y luego de allí nos fuimos a mi celebración.
Cuando una persona (incluso puedes ser tú misma) no quiere involucrarse más de la
cuenta con alguien, justo es en los momentos especiales cuando se muestra menos
especial; ya que teme a dar la impresión de que tiene más interés del que realmente tiene;
y así yo lo percibí ese día.
Llegamos al sitio de la celebración y le pedí a todos tomarnos una foto mientras nos
veíamos presentables y arregladitos; para la foto se colocó al otro extremo del grupo, y allí
sentí el vacío por primera vez en toda la noche.
Todos se acercaron a darme algún regalo o detallito, menos él; y se que quizás estaba muy
apegado a su idea de ahorrar todo lo posible, como les comenté el capítulo pasado; pero
un regalo de cumpleaños ni siquiera tiene que ser algo que pagues; cuando alguien es
especial y te importa, siempre te las ingenias para hacerle sentir especial. Y allí me di
cuenta de que él estaba eligiendo no serlo.
Disclaimer: esto no es para criticarlo ni juzgarlo, seguramente él ni sabía cómo manejar la
situación, ya que estaba en su propio proceso de duelo, sin estar disponible
emocionalmente; fui yo la que me hice muchas expectativas de alguien que ya me había
dicho que no estaba listo para una relación.
Pero lo que digo acá es para que aprendamos a identificar cuando alguien no está
interesad@ sin idealizarle y tapando el sol con un dedo.
Al día de hoy recuerdo mi cumpleaños 31 de forma agridulce; pude disfrutarlo más y
poner atención en el amor y cariño que mis amigos me estaban dando, pero mi foco
estaba en lo que no estaba recibiendo de él.

Esa noche fue una bofetada para mí, porque aunque evidentemente aún no sanaba mi herida de abandono, la terapia me había ayudado a darme cuenta de cosas que antes no habría visto. Yo estaba viendo que había una enorme carencia en este vínculo, y que no me gustaba sentirme así.
Le volví a escribir para decirle que no me sentía a gusto con nuestro acuerdo sin
compromiso, que yo siempre esperaba más, pero que era evidente que él no estaba dispuesto. Todo esto con mucho dolor en el alma. Él lo entendió y respetó mi decisión. Y volví a caer en el dolor, en esa sensación de vacío que siempre estuve evitando, por lo que la soltería no me gustaba; se sentía como sin esperanza...
Ya volvía yo de nuevo a estar en la misma posición que con mi ex, trabajando en el mismo
sitio, pero ahora peor, porque también vivíamos en el mismo apartamento.
Y creo que ese contacto mínimo que tenía con mi ex ayudó a evitar recaídas tóxicas, pero
cuando vives con la persona (como en este caso) y lo ves a todo hora, es complicado
respetar tus límites...




Comentarios